Estoy francamente enganchada a The New Look, la nueva serie de Apple TV+ que aborda la carrera de Christian Dior y otros contemporáneos como Coco Chanel, Pierre Balmain o Balenciaga, con la ocupación nazi de París como telón de fondo.
El otro día, me quedé prendada con una escena del capítulo 4 donde Dior, con el corazón destrozado todavía, años después de que los nazis se llevaran a su hermana pequeña a un campo de concentración alemán, acude como medida desesperada a una pitonisa para que le diga si su hermana va a volver. La escena es conmovedora. (No haré más spoilers, pero agarren ustedes paquetico de clínex). La pitonisa, tras visualizaciones y tocamientos varios, le responde:
You must follow your inspiration. You must create. You must find your heart. You must find your life. That’s your salvation.
Y así es como en medio del caos y la incertidumbre, Dior encuentra su refugio en la alta costura, dando vida a una nueva era de elegancia y esperanza.
Una vez más, el arte como supervivencia. La creación como bálsamo. El poder transformador de la creatividad, especialmente en tiempos difíciles.
Pensé en lo que supone para mí crear. Escribiendo, por ejemplo, entre otras cosas. Y es que la escritura no es solo una mera forma de expresión, sino también una herramienta de sanación y hasta de crecimiento personal. Hablaba de ello en el séptimo vermú. Porque en cada palabra que escribo, cuando hablo de mis viajes, de la aventura de emprender o de mis momentos favoritos en instagram; o cuando me desahogo con gustera máxima y sin restricción de caracteres por aquí cada primer domingo de mes, encuentro un pequeño respiro, un momento de calma en ese bullicio del día día que a veces se me hace bola.
Contar es mi refugio creativo, mi manera de dar sentido al mundo que me rodea.
Dicen que la felicidad se parece más a la paz interior que a la alegría. No podría estar más de acuerdo… Y es que a menudo encuentro también esa paz en el trabajo manual de crear y montar cada una de las experiencias sensoriales de Cuentos Viajeros. Cada detalle meticulosamente seleccionado, cada elemento cuidadosamente envuelto y colocado, se convierte en mi mindfulness particular. Un proceso en el que me sumerjo por completo, me olvido del reloj y del mundo, y me concentro en el aquí y el ahora.
Supongo que cada una de las experiencia a las que doy vida, es un acto de creatividad en sí mismo. Desde el diseño de la narrativa hasta la selección final de los elementos sensoriales… Pongo todo mi empeño para poder ofrecer tres de mis pilares innegociables: momentos de asombro, capacidad de atención y, por supuesto, belleza.
Y es que al igual que Dior revolucionó la moda con su visión innovadora, me gusta pensar que, de alguna manera, yo pueda llegar a inspirar o cautivar a través de la escritura o de la creación de experiencias sensoriales únicas en todas sus formas.
Decía Ursula Le Guin:
“Un adulto creativo es un niño que ha sobrevivido”
Voy a confesarte algo…
(Espera, espera, ¡Que me da un apechusqueeee antes de soltarlo!!!)
Llevo tiempo acariciando la idea de llevar 'El vermú de los sentidos' más allá de la pantalla y convertirlo en una experiencia tangible y vivencial.
No sé, llámame loca. Pero nos imagino a ti, a mí y a unas cuantas almas viajeras y disfrutonas más, reunidas en un lugar bonito, vermú en mano, rodeadas de buena compañía y sensaciones a flor de piel. Volviendo a ser niñas otra vez. Poniendo el corazón en vetetúasaber lo que se me ocurra hacer durante ese ratito gustoso. Llevando por bandera el asombro. Compartiendo. Viajando. No dejando de aprender. Brindando juntas por la vida y los pequeños placeres que nos regala. Celebrando la conexión que hemos cultivado a través de este (casi) primer año de vermús virtuales.
Compartiendo algunas penas, pero sobre todo muchas alegrías. Teniendo presente que en tiempos de adversidad, la creatividad se convierte en nuestra aliada más poderosa. Recordando que incluso en los momentos más oscuros, siempre hay espacio para la belleza. Que podemos seguir encontrando consuelo y propósito en el arte, ya sea a través de la escritura, el diseño, la pintura, la fotografía, las experiencias sensoriales sorpresa o cualquier otra forma de expresión creativa.
Entonces qué me dices, ¿Le doy una vuelta al asunto? ¿Te apuntarías?
Hoy en la sobremesa, -ese ratito final de mambo y hedonismo de este vermú mensual donde puedes (o mejor dicho: deberías) contarme cositas respondiéndome a este email o escribiéndome por instagram- me encantaría que compartieras conmigo si te resuena esta idea que por ahora es solo un sueño revoloteando en mi cabeza…
En caso de ser así, supongo que, como le dijo la pitonisa a Dior, lo siguiente que me tocaría sería seguir a mi inspiración, crear, acercarme a eso que lleva tiempo acariciándome el corazoncito…
¡Nos vemos el 7 de abril en el primer vermú de la primavera!
Dale las vueltas que necesites, por aquí te esperamos con mucha ilusión, bonica mía!!!😍😍
Vengaaa, cuentanos más sobre esa idea!! 😍🙏